Como cada año, el 19 de octubre se celebra el Día Contra el Cáncer de Mama para recordar el compromiso de toda la sociedad en la lucha contra el cáncer de mama.
El cáncer de mama es el tumor más frecuente en las mujeres occidentales: una de cada ocho lo padecerá a lo largo de su vida. En México la cifra es aún más trágica llegando a morir una mujer cada dos horas a causa de este padecimiento.
Durante todo el mes de octubre se intenta sensibilizar a la población aumentando la atención y el apoyo prestados a la concientización, detección temprana, tratamiento y cuidados paliativos.
Se usa un lazo o moño rosa como símbolo internacional de las personas u organizaciones que están comprometidas con esta causa.
El primer listón rosa fue utilizado en 1991, cuando la Fundación Susan G. Komen regaló a los participantes de una carrera en la ciudad de Nueva York estos moñitos simbolizando a las supervivientes del cáncer de mama.
Si bien el cáncer de mama no se puede prevenir, estudios recientes parecen demostrar que el riesgo de padecer cáncer de mama se puede reducir considerablemente realizando ejercicio físico de forma regular, evitando el sobrepeso tras la menopausia y haciendo un consumo responsable de alcohol.
El tabaquismo y el consumo excesivo de grasas y carbohidratos, así como una dieta pobre en fibra también influyen negativamente.
O sea, que una alimentación sana y equilibrada y una vida activa haciendo ejercicio o caminando media hora al menos 4 horas en la semana, será sin duda una manera, primero, de estar sanas y segundo, de prevenir en un futuro.
También se ha demostrado que la ingestión de hormonas para la menopausia y el haber usado anticonceptivos hormonales por más de cinco años son factores de riesgo para padecer un cáncer de mama.
Conviene igualmente hacer una exploración de mamas al menos una vez al año, bien realizándola una misma frente al espejo y siguiendo las instrucciones correctas para detectar algún posible bulto, o bien acudiendo a un profesional médico que nos hará el examen en una visita ginecológica.
Es fundamental la detección temprana de cualquier síntoma porque hay muchas probabilidades de que se pueda tratar con éxito que detectándolo en una fase más avanzada.
Además de todo esto a partir de los 40 años conviene hacerse una mamografía anual y antes si estás en grupos de riesgo, como por ejemplo si tienes antecedentes de casos en la familia.
Es importantísimo estar prevenida y seguir hábitos de vida saludable y acudir a los chequeos anuales sin falta.
También podemos poner nuestro granito de arena apoyando la causa para que se destinen recursos a la investigación que será lo que consiga avanzar en la cura y los tratamientos tanto médicos como psicológicos de apoyo a las afectadas.
Acordarse del cáncer de mama no sólo es un mes, sino todo el año. ¡No lo olvides!
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